jueves, 31 de enero de 2013
Valoración extrema
martes, 29 de enero de 2013
Documentales: La Plena / Bambule / En Clave Afro Caribe
Tres documentales que
cuentan historias de expresiones tradicionales de Puerto Rico, La costa
caribeña de Centroamérica, Haití y República Dominicana: Miércoles 30 de enero,
“La Plena” y “Bambulé: Voces de la Raza”; Jueves 31 de enero, “En Clave Afro
Caribe”.
Dicha proyecciones
continúan realizándose a partir de las 6:00 de la tarde, en local de DINAFOLK,
ubicado en la calle Vicente Celestino Duarte, No. 9. Ciudad Colonial, Santo
Domingo.
Folclore
Musical Danzario
El Ciclo de
Audiovisuales del Folclore Musical Danzario del Caribe ha contado con la
participación de importantes estudiosos de las ciencias sociales y el folclore,
músicos, gestores culturales y estudiantes, quienes han reflexionado en torno a
las historias contadas en los diferentes documentos. Estos foros han estado
encabezados por Edis Sánchez y Manuela Félix, director y subdirectora nacional
de folclore del Ministerio de Cultura y Darío Tejeda y Alexis Méndez, director
y cordinador general del INEC, respectivamente.
En su quinta edición, el
Congreso Internacional Música, Identidad y Cultura en el Caribe (MIC V), trae
el tema Folclore Musical y Danzario del Caribe en tiempos de globalización.
Este evento se llevará acabo en abril del presente año en las instalaciones del
Centro León, en Santiago de los Caballeros.
sábado, 26 de enero de 2013
Las Lilas de Claudio Pacheco
El artista santiaguero Claudio Pacheco presenta una nueva exposición -Las Lilas- una obra originalmente inspirado por el poeta Luis José Rodriguez. Esta exposición será presenta en el hotel INTERCONTINENTAL, V CENTENARIO en Santo Domingo el martes 29 de enero, 2013. 7:00 p.m.
miércoles, 23 de enero de 2013
Juan Pablo Duarte
Publicadas en
VANGUARDIA del Pueblo número 49, del 15 de julio de 1976, a propósito de los
cien años de la muerte de Juan Pablo Duarte, ocurrida en Caracas, la capital de
Venezuela, cuando el patricio contaba 63 años de edad. Estas notas resumen los
conceptos sobre Duarte emitidos por Bosch el 26 de enero de ese año, al
cumplirse el 163 aniversario del nacimiento del Padre de la Patria.(N.E.)
De Juan Pablo Duarte se han dicho muchas cosas,
pero al pueblo dominicano no se le ha explicado lo que él hizo ni se le ha
dicho qué fue lo más importante de lo que hizo y en qué consiste su
importancia.
Lo
primero que hizo Duarte fue creer, como lo creyó, que en un país que para el
año de la fundación de La Trinitaria (1838) no debía tener más de cien mil
habitantes, si es que llegaba a tenerlos, pudiera establecerse una república
independiente capaz de sostenerse durante mucho tiempo. Para esos días el
territorio dominicano debía ser lo menos de unos cincuenta mil kilómetros
cuadrados, y si calculamos que cada familia podía estar compuesta de cinco
personas, tendríamos que nuestro pueblo no pasaba de veinte mil familias, lo
que equivale a decir que en cada cinco kilómetros cuadrado debían vivir dos
familias. Pero eso no era cierto, porque del total de familias dos mil por lo
menos debían vivir en las ciudades más importantes, que eran Santo Domingo,
Santiago y Puerto Plata, y esas tres ciudades difícilmente podían ocupar más de
diez kilómetros cuadrados. Los demás centros donde vivían varias familias eran
pueblos pequeños. Por ejemplo, algunos años después de la independencia en
Constanza había sólo una familia que había ido desde Jarabacoa, y probablemente
para el 1838 en Jarabacoa no vivirían más de diez o doce familias. Por otra
parte, como no había carreteras que comunicaran las diversas regiones del país,
las veinte mil familias que tal vez formaban nuestra población vivían aisladas
unas de otras, excepto en las ciudades y en los pueblos, pero además vivíamos
aislados del mundo. Y sin embargo Juan Pablo Duarte tuvo el coraje de creer que
en un territorio pequeño, deshabilitado e incomunicado interior y exteriormente
podía establecerse una república. Para creer eso era necesario tener una fe
inconmovible en la capacidad de
lucha del pueblo dominicano, y Duarte la tuvo.
Calidad y Cantidad.
Una cosa
es tener creencia y poner en ella toda la fe de que es capaz el alma humana y
otra cosa es dedicarse a convertir esa creencia en realidad, y Duarte fue capaz
de hacer esto último. Ahora bien, para hacerlo tuvo que escoger un método de
organización de los dominicanos que pudiera dar resultados, y lo que debe sorprendernos
es que el método escogido fuera el de fundar una asociación secreta formada por
doce hombres, todos jóvenes, que el propio Duarte escogió tomando en cuenta sus
condiciones intelectuales, morales y hasta físicas; es decir, tomando en cuenta
su calidad. Para Duarte, la lucha que debía llevarse a cabo tenía que ser
organizada partiendo de la calidad política y humana de los que iban a
dirigirla.
¿Escogió
Duarte ese método de manera consciente o por instinto?
Lo escogió
por instinto, pues en el tiempo en que fundó la Trinitaria él no podía tener la
menor idea de que hay un proceso dialéctico que convierte la calidad en
cantidad, y ésa era la función que les tocaba a lo trinitarios, doce jóvenes
elegidos porque tenían cualidades (es decir, calidad) que les permitirían
arrastrar a muchos hombres (es decir, cantidad) a las filas de los partidarios
del establecimiento de la República Dominicana.
La
Trinitaria quedó fundada con nueve miembros el 16 de julio de 1838, y
exactamente treintiocho años después, el 16 de julio de 1876, sería sepultado
en Caracas el cuerpo de Juan Pablo Duarte. Empezando por él mismo, los
trinitarios que se reunieron en esa fecha fueron Jacinto de la Concha, José
María Serra (que fue el único que dejó escritos datos sobre La Trinitaria),
Pedro Alejandrino Pina, Juan Isidro Pérez, Félix María Ruíz, Felipe Alfau y
Benito González. Poco después, no se sabe si algunos días o alguna semanas más
tarde pero seguramente no demasiado tiempo después, quedaron incorporados a La
Trinitaria Francisco del Rosario Sánchez, Ramón Matías Mella y Vicente
Celestino Duarte, el hermano del fundador; y a esos tres se les dio el rango de
coroneles de los ejércitos de la República (que iban a ser creados seis años
después, y no por los trinitarios sino por Santana), mientras a Duarte se le
dió el de general en jefe. La Trinitaria, por otra parte, quedó organizada por
cuatro grupos de tres miembros cada uno. Cada uno de los miembros se
comprometió a conquistar hombres para la acción libertadora o separatista sin
decirle a ninguno de los conquistados que había por lo menos diez grupos más
iguales a ése del cual él formaba parte; y decimos diez más porque no hay
constancia histórica de que Duarte formara uno de esos grupos, cosa que se
explica porque seguramente a él le tocaría la tarea de dirigir a sus once
compañeros. Fue el hecho de que once trinitarios formaran once grupos
partidarios de la independencia lo que convirtió la calidad de los once
trinitarios en la cantidad de los que años después iban a participar en la
fundación de la República Dominicana y en las luchas armadas contra Haití, que
iban a durar hasta 1855.
Ideología y política.
Para
fundar esa organización secreta y celular (en células de tres miembros) llamada
la Trinitaria, Duarte tuvo que predicarles a los futuros trinitarios una
ideología, pero seguramente lo hizo, por lo menos hasta donde sabemos, en
términos organizativos; es decir, les explicó cómo iba a funcionar la república
que debía ser establecida por ellos. Lo que era una república y lo que ésta
debía significar para el pueblo era más o menos bien conocido por todos los que
formaban La Trinitaria debido a que hacía muchos años que había repúblicas
establecidas en varios países. La misma República de Haití, de la cual formaba
parte el territorio dominicano, había nacido el primero de enero de 1804, es
decir, hacía treinticuatro años, y desde los Estados Unidos hasta la Argentina,
la mayor parte del Nuevo Mundo estaba sembrado de repúblicas. De todos modos,
para afirmar la unidad del pensamiento político de los trinitarios Duarte
escribió por lo menos un proyecto de Constitución de lo que iba a ser la
República Dominicana.
Eso era
importante, pero más importante fue el paso táctico de aliarse a los haitianos
que conspiraban para derrocar el gobierno de Jean Pierre Boyer, que era
presidente de Haití desde el año 1818 y en su condición de presidente de Haití
estaba gobernando a los dominicanos desde el mes de febrero de 1822. Debemos
explicar que Boyer no era un tirano ni gobernaba el territorio dominicano como
si fuera país conquistado militarmente, pero no era tampoco un político
brillante ni cosa parecida; y la crisis mundial que se había desatado el año de
1836 en el mundo capitalista (cuyo centro se hallaba entonces en Europa, y de
manera particular en Inglaterra, y no, como sucede ahora, en los Estados
Unidos) produjo entre los haitianos y los dominicanos una situación de malestar
tan grande que provocó la necesidad de cambiar de gobierno y dio paso a la
organización de la conspiración que iba a desembocar en la llamada Revolución
de la Reforma, conocida también con el nombre de Praslin porque fue el sitio
donde se inició el 27 de enero de 1843.
Praslin era una finca que tenía en las vecindades de la ciudad haitiana
de Los Cayos el coronel Charles Herard ainé (palabra que significa padre o
mayor de edad), conocido en la historia dominicana con el nombre de Riviére
Herard. Charles Herard sería el sucesor de Boyer y por tanto el residente de
Haití cuando los dominicanos proclamaron el 27 de Febrero del años siguiente
(1844) la existencia de un Estado independiente que se llamaría República
Dominicana.
Cuando se
produjo el levantamiento de Praslin se hallaba en Haití el trinitario Ramón
Mella, que había sido enviado, como lo fue antes que él su compañero Juan
Nepomuceno Ravelo, con el encargo de formar una alianza de los trinitarios con
los conspiradores haitianos. Esa alianza iba a ser relativamente fácil de
conseguir por el carácter igual de clase de los antiboyeristas haitianos y
dominicanos. Todos pertenecían de manera principal a la pequeña burguesía, en
sus niveles alto y mediano, y debido a la difícil situación económica unos y
otros podían contar con el respaldo de la mayor parte de los haitianos y los
dominicanos. Esa alianza de dominicanos partidarios de la independencia con
haitianos enemigos de Boyer pero enemigos también de la independencia
dominicana, fue un movimiento táctico de gran categoría. No podemos decir si la
idea fue de Duarte o de otro trinitario, pero es seguro que si Duarte se
hubiera opuesto a ella, la alianza no se habría dado. Y se dio con muy buenos
resultados para los dominicanos.
¿Cuáles
fueron esos resultados?
Que el 24
de marzo, cuando se supo en Santo Domingo que Boyer había sido derrocado se
reunieron en la plazoleta del Carmen, según cuenta Vetilio Alfau Durán en la
página 13 del libro “Pedro Alejandrino Pina”, varios dominicanos “encabezados
por Ramón Mella, Francisco del Rosario Sánchez, Pedro Alejandro Pina y Juan
Isidro Pérez, quienes bajo las órdenes de Duarte y unidos con el grupo haitiano
de Adolfo Nouel Alcius Ponthieux, Dominique Benoit (y) Auguste Bernier”,
secundaron el movimiento llamado de La Reforma. Sigue diciendo Alfau Durán que
“Cuando se encontraban reunidos en la Plaza de la Catedral, hoy Parque Colón,
son súbitamente atacados por tropas gobiernistas mandadas por el Coronel
Charles Cousin, quien resultó muerto en la refriega.
El jefe
militar boyerista de Santo Domingo, el general Carrié, entregó el mando y el
día 26 (mes de marzo) se formó una Junta Popular formada por cinco personas, de
las cuales tres eran dominicanos y dos haitianos. El día 30 los miembros
dominicanos de esa Junta eran Juan Pablo Duarte, Manuel Jiménez y Pedro
Alejandrino Pina, y el 7 de abril esa Junta autorizaba a Duarte a formar Juntas
Populares, encargadas del gobierno que hoy llamaríamos municipal, en varios
lugares del país. En pocas palabras, la alianza con las fuerzas antiboyeristas
les dio a los trinitarios la
oportunidad de surgir de las sombras de la clandestinidad en que habían estado
trabajando y les abrió el camino para convertirse en líderes nacionales,
condición sin la cual no habrían podido encabezar el levantamiento del 27 de
febrero del año siguiente (1844).
De otro
aspecto de la actividad política de Duarte, la alianza con los hateros que
equivalió a la formación de un frente de clases para alcanzar la independencia
nos ocupamos en un artículo que fue publicado el 26 de enero de 1971 en El Sol con el título de “Duarte y las
Clases Sociales”.
11 de julio de
1976.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)